Cómo elegir el grosor adecuado para tu suelo de goma: factores a tener en cuenta
Elegir el grosor correcto para un suelo de goma es una de las decisiones más importantes antes de su instalación. Este detalle influye en la estética, en la durabilidad, la comodidad y la seguridad del espacio. Cada proyecto necesita unas características concretas que dependen de su uso diario y del tipo de superficie.
En los últimos años, los suelos de goma se han hecho muy populares en gimnasios, hogares y espacios comerciales gracias a su resistencia y versatilidad. Sin embargo, no todos los suelos son iguales, y el grosor es uno de los factores que más condicionan el resultado final.
La importancia del grosor en el rendimiento del suelo
El grosor del suelo de goma está directamente relacionado con su capacidad para absorber impactos y resistir el uso continuado. Cuanto más grueso es el material, mayor es su capacidad para soportar cargas pesadas y ofrecer confort al caminar.
En cambio, un grosor más fino puede ser suficiente en zonas de bajo tránsito, donde se prioriza la facilidad de instalación y un acabado ligero. Por eso es esencial evaluar las necesidades reales antes de tomar una decisión.
Factores clave que debes considerar
Antes de elegir, conviene tener en cuenta varios elementos. El primero es el uso previsto del espacio, ya que un gimnasio no requiere el mismo grosor que un baño o un pasillo. También es importante analizar el nivel de tráfico diario, es decir, cuántas personas pisarán la superficie de forma habitual.
Otro factor que influye es el tipo de base sobre la que se colocará el suelo. Una base más dura y regular puede necesitar menos grosor, mientras que una base irregular se beneficia de una capa más gruesa que mejore la estabilidad y el confort.
Grosor recomendado según el uso del espacio
En espacios domésticos como cocinas o baños, los suelos de goma de entre 2 y 4 milímetros suelen ser suficientes. Ofrecen comodidad y resistencia sin añadir demasiada altura.
Para gimnasios, zonas de juegos infantiles o talleres, se recomiendan espesores mayores, a partir de 6 u 8 milímetros, que protegen mejor frente a impactos y caídas. En entornos industriales o deportivos profesionales se utilizan incluso suelos de más de 10 milímetros.
Beneficios adicionales de un grosor adecuado
Elegir bien el grosor protege el suelo y contribuye al confort acústico. Los suelos más gruesos reducen el ruido de pisadas y golpes, lo que mejora la experiencia en espacios compartidos.
Además, una goma más gruesa proporciona mayor aislamiento térmico, ayudando a mantener una sensación agradable al pisar descalzo, algo que resulta muy valorado en entornos domésticos y en centros deportivos.
Conclusión: un equilibrio entre funcionalidad y estética
El grosor del suelo de goma es un aspecto que conviene planificar con cuidado. No se trata solo de elegir un diseño bonito, sino de encontrar la solución que se adapte a las necesidades específicas de cada espacio.
Si buscas un suelo duradero, seguro y adaptado al uso que le vas a dar, dedica tiempo a valorar el grosor antes de instalarlo. Esta decisión marcará la diferencia en la comodidad y en la vida útil de tu nuevo suelo.

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